29-05-2018 - Eventos

Ojerosos y Satisfechos: Diario de una desarrolladora novel en la Game Jam.

Artículo escrito por nuestra alumna Laura Palomo.

Los días 18, 19 y 20 de mayo de 2018 se celebró la IV Edición de la Game Jam GamesUPM, organizada por el Máster en Diseño y Desarrollo de Videojuegos con la colaboración de la Universidad Politécnica de Madrid y el patrocinio de PlayStation, para fomentar la creatividad y la innovación.

Recuerdo, muchas lunas atrás, que en la presentación del máster ya nombraron la GameJam de la UPM. Yo no tenía ni idea, como siempre, de cómo iría la cosa. ¿Jam de música o poesía? Si, mi intensidad me ha llevado por esos lares, pero ¿de videojuegos? Por un momento llegué a imaginarme a veinte chicos y chicas sentados alrededor del mismo ordenador. Luego pasaron a tener sus propias torres, que el máster provee. 

No fue hasta hace unas semanas que nos dieron ‘la charla’. No una charla aburrida, sino más bien como “esto es lo que vais a vivir este fin de semana”. Resultó que íbamos a tener 48 horas para desarrollar un videojuego. Entenderéis mi escepticismo. Llevamos 8 meses para sacar un proyecto adelante. A eso, se sumó el hecho de que debo ser una mezcla entre lirón y abuela: a eso de las 11 mi cuerpo pide cama. Pero narcolepsias aparte, hice la maleta como quien se enrola en la marina. 

Cuando llegamos al salón de grados se notaba el nerviosismo. Se veían caras nuevas y parecía que la gente tenía buenas ideas, pero claro, no se sabe hasta que te dicen el tema. El año pasado fue “perros”, por lo que nos esperábamos algo genérico como “verduras” o “sillas”. Ojalá, y repito, ojalá, nos hubieran hecho una foto cuando descubrimos que el de este año era Discapacitados. No voy a mentir, nos quedamos un poco en shock. Vale, sí que sería imposible haberse traído hecho algo de casa. Buena jugada.
 

Trabajábamos relajados porque no teníamos nada que perder. Y en ese ambiente, muchos de los equipos dieron lo mejor de sí. 

Convertimos sorpresa en creatividad, y en apenas una hora, todos teníamos grupo. Poco a poco, nos fuimos conociendo, aprendiendo cómo funcionaba cada uno. Como una primera cita, vaya, pero con cinco personas. Y no, no fue incómodo. Todos teníamos ganas de aprender, potenciar lo que ya sabíamos o quizá probar un nuevo rol. Sobre todo, los programadores que, si por mí fuera, el player jamás se hubiese movido. 

Y aquí un consejo para los nuevos. Sé que piensas que vas a trabajar hasta que se te caigan los ojos. Que ya has perdido alguna noche jugando al Fortnite, y si no, llevas el saco de dormir debajo del brazo. Error. Fatal. Créeme cuando te digo que a las cuatro de la mañana dejas de distinguir tu script de una receta de cocina. Dormid, por dios, que es maravilloso y, si puede ser, en una cama de verdad. Aprended de nuestros errores. El suelo, por extraño que parezca, no es cómodo. Las películas mienten. Nosotros lo intentamos y acabamos saliendo en procesión de a uno con el saco en el hombro y cara de llevar una semana picando carbón. 



Eso sí, te echas unas risas. Entre delirios patrocinados por Monster y que si esto o lo otro no funciona, aprendimos a tomar distancia. Bromas, memes, citas de los Simpsons. Trabajábamos relajados porque no teníamos nada que perder. Y en ese ambiente, muchos de los equipos dieron lo mejor de sí. 

El último día ya nos habíamos hecho al cansancio. Nos paseábamos por las mesas animando a nuestros compañeros y de paso despertando a alguno que se había quedado pegado a las teclas. Dimos y pedimos consejo (y galletas de chocolate). He de decir que, hasta el final del proceso, aquello parecía de todo menos una competición. 



El resultado nos sorprendió a todos y todas. Seis juegazos que nada tenían que envidiar a muchos indies de Steam. En 48 horas, habíamos conseguido lo que estudios se pasan meses persiguiendo. Como experiencia, a nivel personal y como estudiante, se me antojó insuperable. Podíamos tener unas ojeras que nos llegaban hasta las pantorrillas, pero ahí estábamos, mirando a nuestro trabajo con orgullo. Y esa sensación, particularmente, no la cambiaría por nada. 

Aquí podéis ver una galería de la fotos de la Game Jam.


 

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